Presenten mucha atención al texto de Carpintero!
Carpintero aplica muchos conceptos que tienen una estrecha relación con varios de los autores vistos! A continuación mencionaremos algunas relaciones que el texto de Carpintero tiene con respecto a los textos de Sennett, Sibilia y Cabrera.
Carpintero
anuncia que todas las sociedades que se organizan a partir de diferentes formas
de trabajo emplean dos herramientas claves para garantizar el orden y,
sobretodo, el disciplinamiento de los trabajadores. Por un lado la precariedad
laboral, en donde al trabajador no se le otorgan condiciones dignas de trabajo,
ni obras sociales( esto se hace para recortar gastos y para que las empresas
garanticen que los trabajadores necesiten siempre del insumo proveniente de su
accionar laboral). Por otro lado, la flexibilización laboral, en la que se
busca la capacidad de nunca frenar la producción y de hacer que los
trabajadores sean prescindibles y fáciles de reemplazar(trabajadores
polivalentes). Esta serie de acontecimientos generan un cambio rotundo en la
subjetividad de los trabajadores, ya que estos comienzan a ver al trabajo como
un privilegio mas que como a un derecho. Se establece la lógica de que en el
trabajo solo se pueden hacer cosas ligadas e el, no importa que sea. Se elimina
el limite entre lo publico, privado e íntimo. Todo esto lleva al trabajador a
una frustración, y que no se sienta realizado en su empleo, que es realmente
una mercancía (bienes y servicios), al igual que el tiempo, que es dinero. Todo
es vendible, todo es comprable y se produce por sobre las necesidades, que
pueden ser solo satisfechas a través del dinero. Por consecuencia, se genera
una utopía de la felicidad individual, donde se prioriza demasiado el “yo” y se
trata de satisfacer necesidades ajenas, de los empleadores.
Se puede relacionar lo que dice Sennett
sobre la reinvención discontinua de las instituciones, concepto que habla sobre
la reducción de burocracia y trabajadores para así hacer que pocos controlen a
muchos y por lo tanto se ahorre dinero en salarios “innecesarios”. Carpintero
dice que justamente las empresas despiden y reemplazan libremente a los
trabajadores, así como también les quitan derechos y los hacen trabajar de
forma precaria, todo con el fin de cortar los gastos, ya que se considera que
el trabajador es solo un costo de producción, y por lo tanto se debe sacar la
mayor cantidad de gastos posibles para agrandar la ganancia producida gracias a
ellos. “(…) mencionan a WallMart como el ejemplo de una empresa puntera cuya
productividad deriva de una permanente renovación gerencial y de trabajadores.
Para ellos ha privado de poder a los sindicatos que están prohibidos y ha
tratado a la masa de trabajadores como si fueran empleados provisionales que
pueden ser despedidos en cualquier momento.”
Carpintero habla de un cambio en la
subjetividad, ya que los trabajadores, como previamente dijimos, cambian su
forma de ver al mundo, y por ende a su existencia, frustrada y caracterizada
por solo tener que responder al trabajo para satisfacer las necesidades ajenas
(de sus empleadores). Comienzan a ver al trabajo como un privilegio y dependen
de sus empresas por sus condiciones laborales y porque solo viven de su
actualidad (por la falta de obra social, jubilaciones, etc). Entonces, por todo
esto y por el hecho de tener que generar dinero para no ser excluidos de la
sociedad, se genera un profundo individualismo. A su vez, Sibilia habla de un
cambio en la intersubjetividad de los individuos, en donde uno comienza a
definirse en tanto a lo que los demás piensen de el. Asi, el sujeto vive una
megalomanía, es decir, una realidad incierta y se produce una necesidad de
obtener miradas del otro (priorizando, a veces por demás el concepto “yo”).
Carpintero, cerca del final de su texto,
habla sobre el hecho de que las empresas les ofrecen a sus trabajadores la “utopía
de la felicidad privada”. El trabajador será feliz con el salario que obtuvo
por sus servicios, y así se le nubla su sentido crítico, de pensamiento
reflexivo ante obrares destructivos del poder. Y esto, dice, se trata de
mantener igual, evitar que cambie. Se reforman cosas sólo para que todo siga
igual. Esto tiene una clara relación con el texto de Cabrera, quien dice que se
trata de imponer la idea de que “el futuro ya está aquí” con el fin de evitar
que haya cambios en el mercado y en el mundo, y para evitar que las personas
puedan hacer algo al respecto, convirtiendo a todos en agentes pasivos.