El autor
señala la existencia de un gran imaginario, es decir, un enorme conjunto de
imágenes por el cual se transmite un discurso especifico. Se enuncian a las
nuevas tecnologías como promesas, que se terminan cumpliendo, generando
optimismo, expectativas y una fiel relación entre el consumidor y el productor.
La forma de enunciación es la siguiente: se presenta a las tecnologías como
algo ineludible (aparecen en el mercado como un advenimiento que es innegable e
imparable). Posee voluntad y es participe clave en las revoluciones de la
sociedad. No solo se trata de una fuerza que es natural y puede ser
pronosticada, sino también del anuncio (por parte de las empresas) mesiánico de
un suceso del cual no se puede prescindir.
Las
tecnologías pueden ser pronosticadas y esto se debe a que se encuentran en
desarrollo, para luego salir en venta masiva. Este pronóstico, es una promesa y
la espera a dicha promesa genera una imaginación colonizada. El termino
colonización, hace referencia a una invasión de algo o alguien en algún lugar
(físico o no). Entonces, este término hace referencia a una instalación del
discurso que enuncian las empresas en las mentalidades de los individuos,
elaborando promesas, generando optimismo y expectativas.
Citas del texto
Cita 1: “Lo cierto es que los productos tecnológicos pueden ser
“pronosticados” porque ya se encuentran en fase de desarrollo, al final de la
cual saldrán a la venta masiva. Entonces el pronóstico es promesa y la espera
es imaginación colonizada.” (Página 183)
Cita 2: “Se anuncian las “nuevas tecnologías” como “promesa”, pero
una “promesa realizada”; ello invita al optimismo porque son inevitables. La
forma del anuncio es típica: las “nuevas tecnológicas”, se dice, “vienen”, “se
acercan”, “ya llegan”. Son presentadas como viniendo con voluntad propia y
desde otro lugar”. (Página 182)